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A muchos padres les sorprende ver c;mo sus hijos peque;os manejan las tabletas o dem;s dispositivos electr;nicos, incluso mejor que ellos mismos. Lo cierto es que, en muchos casos, estos dispositivos pueden convertirse en un aliado de los padres en vacaciones, por ejemplo- ya que consiguen entretener a los ni;os durante horas. Pero con la edad, la cosa se va complicando y la mayor;a de preadolescentes utilizan las aplicaciones y redes sociales de manera habitual en su d;a a d;a. Y se ha de ser conscientes de que esto comporta ciertos riesgos relacionados con su privacidad.
Hay padres que consideran que la mejor opci;n para evitar situaciones de riesgo es prohibir a los ni;os el uso de estas tecnolog;as. Sin embargo, esta no parece una decisi;n realista en el mundo en que vivimos. La tecnolog;a es parte de la vida actual y, por ello, antes de restringir su uso, conviene informarse bien, conocer los posibles peligros que existen en Internet y c;mo evitarlos. Y, si llegamos tarde en el aspecto preventivo, saber c;mo solucionarlos adecuadamente.
La prevenci;n, siempre lo primero
Est; claro que la mejor opci;n, siempre, es prevenir. Por ejemplo, siendo conscientes de lo que hace en cada momento nuestro hijo con el dispositivo electr;nico. No est; de m;s conocer las p;ginas que visita, las redes en las que tiene su perfil o las personas con las que interact;a. Esta medida resulta m;s f;cil cuando se trata de un ni;o peque;o, pero la cosa se complica a partir de los 8 o 9 a;os, cuando los menores empiezan a utilizar Internet para hacer las tareas de la escuela y de una manera m;s aut;noma. A partir de este momento, los padres pueden limitar el tiempo que el ni;o est; con la tableta o el ordenador para evitar no s;lo riesgos de Internet, sino tambi;n que dedique demasiado tiempo a las pantallas en detrimento de otros h;bitos, como la lectura o el deporte.;
Segundo, control
Cuando el ni;o comienza a emplear la red de manera independiente, es recomendable que los padres le expliquen y le adviertan sobre los riesgos de Internet. Si es posible, citando ejemplos de personas que hayan tenido problemas por conversar con quien no deb;an en la red o dejar demasiada informaci;n personal en una p;gina no segura. Pero no hay que tener miedo a ir m;s a all; y, siempre que se pueda, los progenitores deber;n controlar las conversaciones que han mantenido sus hijos en chats o correos electr;nicos y revisar peri;dicamente sus redes sociales ;si las tienen- as; como las de sus amigos.
Es posible que, ante esta tesitura, los padres a veces se sienten algo desbordados. Como ayuda, existen aplicaciones y software que facilitan controlar y limitar las p;ginas a las que acceden sus hijos. Y, si tienen m;vil, tambi;n se puede hacer uso de aplicaciones ;gratuitas, en algunos casos- que permiten controlar el contenido al que acceden los ni;os y las franjas horarias en las que pueden conectarse.
Asimismo, existen servicios, como en ARAG Services, que asesoran a los padres sobre c;mo prevenir y solucionar problemas relacionados con Internet. Por ejemplo, c;mo reaccionar si se publica alguna foto de su hijo sin consentimiento, c;mo limitar el contenido al que acceden o qu; hacer si el menor se descarga contenidos ilegales. Todo, para que los padres respiren tranquilos cada vez que sus hijos se conecten a un dispositivo electr;nico. Otras opciones pueden ser recibir un informe peri;dico de toda la actividad desarrollada de la sesi;n en el dispositivo y un servicio de asistencia inform;tica, que permite explorar todas las posibilidades del uso del software de control parental y resolver otras dudas como, por ejemplo, las relacionadas con la geolocalizaci;n de los tel;fonos inteligentes.;
Tercero, solucionar si es necesario
En Internet los menores son especialmente vulnerables. Introducen con ingenuidad infinidad de datos personales en las redes -por no hablar de fotograf;as-, un contenido que, si no se es muy cauteloso, puede ser visto por cualquier persona, sea o no del entorno del menor. Esta sobrexposici;n, sumada a la facilidad con la que los diferentes usuarios de las redes o aplicaciones pueden interactuar entre s;, multiplica las posibilidades de sufrir acoso que, cuando toma esta forma virtual, se conoce como ;cyberbullying;.
Por eso es b;sico que tanto en casa como en el colegio, se forme a los menores sobre la necesidad de hacer un uso seguro de las redes: bloquear a desconocidos, vigilar con el contenido que se comparte, no entablar conversaciones con personas que no sean de confianza, as; como denunciar cualquier falta de respeto o insulto que reciban a trav;s de Internet. Los menores deben saber identificar las situaciones de acoso, ya que en muchos casos estas empiezan sutilmente y no muestran su malestar hasta que el problema se hace muy evidente. La Fundaci;n ANAR, dedicada a la ayuda de ni;os y adolescentes en riesgo, que afirma que hasta un 75% de las v;ctimas menores de ciberacoso o ;cyberbullying; no dice nada a sus padres, cosa que dificulta la b;squeda de una soluci;n. Por ello es necesario la implicaci;n directa de los padres en el uso que hacen sus hijos de las redes y mantener un di;logo bidireccional sobre sus actividades en este ;mbito y sus posibles riesgos.
redacci;n: ADN del seguro